Ahora son ya siete soles
los que brillan en mi casa,
ahora son siete sonrisas
que alegran nuestras mañanas.Y luego al caer la noche
surgen estrellas de plata,
que con su gran resplandor
se cuelan por mi ventana.Y entonces mis siete soles
se posan en mi almohada,
y me arrullan en la noche
hasta que despunta el alba.