Soneto
Era una paloma blanca, inmaculada,
de vuelo suave, preciso, acompasado.
Buscando en el aire al ser amado,
en su pico una flor de enamorada.
Pero un halcón en la cima vigilaba
y presto se lanzó precipitado,
persiguiendo su presa descarado
con sus garras dispuestas la acuciaba.
Ella alegre, al viento planeando
no vio al halcón que la seguía
para llevar a sus hijos la comida.
¡Ay! Paloma, no sigas en la porfía
de encontrar a tu amado confiando
que curará tu herida algún día.14 de febrero del 2002